En este año han pasado muchas cosas, muchas buenas y muchas
malas, prefiero (como siempre) quedarme con lo positivo: la salud de mi
familia, la alegría de mis amigos, la fortuna en los estudios y la sonrisa de
mi pequeña. Han temblado los cimientos de mi mundo y mientras apuntalaba una
pared otra comenzaba a desmoronarse, pero con suerte, ayuda y tiempo he
conseguido que nada se caiga, mantenerme a salvo a mí y a lo que quiero.
Hoy hace un año de mi última publicación, un año en el que
me he hecho más viejo y por hache o por be perdí las ganas de dejar huir a mis pensamientos, de plasmarlos,
de escribir y permitir que sean leídos. Ha sido un año raro, difícil en algunos
aspectos, pero eso es lo que hace a la vida estar viva; miro hacia atrás y
pasadas todas las alegrías y las penas me reconforta saber que este año no ha
pasado en vano, me ha dejado huella y me ha aportado bondad en la misma medida
que se ha llevado lo dañino.
He viajado a Nueva York, he acabado mis estudios en
Salamanca, he disfrutado de un gran verano, he comenzado una nueva aventura en
Valencia, he ganado una hermana, he compartido todo con mi amor; sacando fotos
con mi ojo y escuchando a cada paso una canción por eso os regalo lo que veréis
a continuación. No penséis que os resumo mi año en una foto y una canción
porque ha sido todo largo y esto es solo un dato a favor. Me dejo mucho en el
tintero, tanto como un año que tendrías que leer para poder percatarte de lo
que he vivido.
Solo si estás tú seguiré este año adelante, solo si la vida
me trata bien seguiré buscando nuestro lugar en cualquier sitio. No me atrevo a
decirlo muy alto pero espero retomar la escritura pero sin soltarte nunca de la
mano.