lunes, 7 de noviembre de 2011




Los nombres del otoño


Es otoño por lo tanto estoy de buen humor, ¡que cojones! de muy buen humor. No se si serán los días lluviosos, las ganas de volver a Salamanca o lo que añoro tenerte en la cama. Quizás me guste que el clima sea un poco más frío, ver como los árboles cambian de color o que el viento sopla más fuerte. Llevar pantalones largos, un jersey y caminar por las calles mojadas; si pienso eso me veo en Salamanca, la ciudad que por estas fechas me enhechiza y me hace volver a ella; espero que esta no sea la última vez que su llamada me llegue y me traiga hasta estos lares. Aunque este año se acaba mi aventura si Dios quiere no me veo desenganchado de este lugar ni de sus otoños que tanto me gusta. La sensación no es la de un verano y unas vacaciones que se acaban si no de un otoño que empieza con sus atardeceres y sus cafés de reencuentro.


Lo bonito de la cuestión es la diferencia de este otoño con el anterior, y lo de ese con el precedente y así con todos los Septiembres, Octubres y Noviembres que me han tocado vivir. No se si será por el clima o el retorno de la inspiración pero recobro la pasión por la escritura y por el cigarro, quizás sea la melancolía y la nostalgia que caló mi corazón y cuyo aroma vuelve a cada hoja que cae.

                                                                        Los otoños de Salamanca